Las autoridades canadienses anticiparon que concurrirán a la justicia de los Estados Unidos para demandar formalmente a las tabacaleras por los delitos de fraude y crimen organizado.
La decisión fue adoptada por el gobierno de ese país, tras conocer dos días después un fallo de un juez de Nueva York por el que se condenó a seis personas juzgadas por contrabando de alcohol y cigarrillos a Canadá.
Las actividades de esa red pondrían al descubierto una maniobra orquestada por las tabacaleras para favorecer las actividades de "contrabandistas y empresas tapaderas", de acuerdo con lo señalado por las autoridades canadienses.
El anuncio de la demanda fue efectuado por la ministra de Justicia canadiense, Anne McLellan, y la misma involucrará a las empresas R.j. Reynolds Tobacco Holding, Rjr-Macdonad Canadá, el Consejo Canadiense de Fabricantes de tabaco, entre otras firmas.
La demanda intentará demostrar que a través de esa maniobras de contrabando organizado se pretendió desestabilizar los efectos de la política del gobierno de Otawa destinada a incrementar el precio del tabaco que, en definitiva, intentaba desalentar el consumo de cigarrillos.
Las tabacaleras americanas afrontan miles de juicios en su contra por cifras multimillonarias, de parte de fumadores que sostienen que no habían sido advertidos por los efectos de ese consumo en su organismo.
Canadá sostiene que el contrabando produjo el fracaso de aquella política ya que el gobierno de ese país se vió obligado a bajar los impuestos y las tasas aduaneras.