El del incansable representante de los intereses de los empresarios ecuatorianos de la firma Prodefensa, el abogado Miguel Bootello. En momentos en que la situación de los funcionarios y militares argentinos es cada vez mas complicada en la causa de las armas que lleva con paciencia oriental el juez Urso, Bootello está a punto de concretar uno de sus sueños: ver como el fiscal Stornelli es recibido con honores por una parte de los ecuatorianos en un inminente viaje que piensa efectuar al país de la famosa línea que divide al mundo en dos. Es que el abogado necesita mostrarse como artífice de una futura y posible condena de los implicados en este proceso y asegurarse la viabilidad de un posterior reclamo económico contra la Argentina por casi diez millones de dólares. La dificultad que presenta esta probabilísima pretensión es que sus representados Roberto Sassen van Elsloo y el general Torres Herbozo se encuentran imputados como partícipes primarios en la causa de contrabando que ahora lleva el juez Liporace , donde los mismos ecuatorianos reconocen haber llevado a cabo las tratativas de la compra de las armas contrabandeadas con Luis Sarlenga (preso), Edberto Gonzalez de la Vega (preso), Diego Palleros (prófugo), Jean Bertrand Lasnaud (prófugo) y el ex capitán de navío Estrada (fallecido en circunstancias dudosas). Sería una lástima que ante este conflicto de intereses económicos, el prestigio que lleva ganado “el fiscal de las armas”, sea utilizado en contra de su propio país.
hugo morales / dju
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