El hecho ocurrió el 26 de marzo de 1993 en el camino General Belgrano, a la altura de la calle Nirvana, de City Bell, a pocos metros de la escuela donde la docente trabajaba. Un auto que conducía la jueza se dirigía en dirección hacia la Capital Federal cuando un jeep, en el que viajaba Nagalí rumbo a su casa, intentó subir al mismo acceso, y los dos vehículos chocaron. El impacto fue tremendo y Nagalí, tras abrirse la puerta del jeep, salió despedida, cayó justo delante del otro auto y murió en el acto al ser arrollada por el vehículo, mientras que la hija de la magistrada, de 9 años, resultó herida y tuvo que ser internada.
En el fallo de primera instancia se rechazó la demanda iniciada por la jueza, que por entonces era fiscal en el Departamento Judicial de Quilmes, pero al mismo tiempo se hizo lugar al recurso presentado por los familiares de la docente fallecida.
A raíz de ello se fijó una indemnización por 31 mil pesos e intereses, además de las costas del proceso, pero el fallo fue apelado por ambas partes. En ese marco, la Sala II de la Cámara Segunda en lo Civil y Comercial platense resolvió ratificar la responsabilidad de la magistrada en el accidente, ya que -según se determinó- viajaba a gran velocidad y no observó la proximidad de la escuela en la zona.