En una providencia judicial dictada el pasado 8 de mayo -que ahora reitera-, Garzón solicitó la "ejecución inmediata" de la orden de detención dictada el 30 de diciembre de 1999 a través de Interpol contra 48 de los 98 militares argentinos procesados en noviembre en Madrid por delitos de genocidio, terrorismo y torturas.
Al solicitar la "ejecución inmediata" de la orden internacional de detención, el magistrado señalaba que "la urgencia existe y se mantiene". El juez Garzón tiene desde 1996 a su cargo un procedimiento judicial abierto en la Audiencia Nacional de Madrid en contra de un grupo de militares y policías argentinos acusados de delitos de genocidio, asesinatos, torturas y desapariciones. En su auto de procesamiento, Garzón cifra en 10.000 los desaparecidos durante la última dictadura.
El juez detalla las diferentes formas de torturas impartidas por los militares argentinos y decreta una serie de órdenes de búsqueda y captura internacional con fines de extradición, por considerar que los procesados cometieron "un delito de genocidio". También subraya que las Juntas Militares que centralizaban todo el poder político, militar y social, impusieron un "régimen de terror basado en la eliminación, calculada y sistemática, de personas desde el Estado".
Garzón precisa que tal "eliminación" de personas se mantuvo "en forma violenta a lo largo de varios años y disfrazada bajo la denominación de guerra contra la subversión, con el fin de romper la propia estructura del grupo nacional".
Entre los militares reclamados por Garzón para ser procesados en Madrid, figuran los ex presidentes Jorge Rafael Videla y Leopoldo Fortunato Galtieri, junto a otros ex altos mandos de las fuerzas armadas argentinas. En la nómina están incluidos cinco ex miembros de las Juntas Militares: Emilio Eduardo Massera, Omar Domingo Rubens Graffigna, Armando Lambruschini, Jorge Isaac Anaya y Basilio Lami Dozo. A todos ellos les afectan las órdenes de detención a efectos de extradición, así como al ex jefe del Primer Cuerpo del Ejército argentino Carlos Guillermo Suárez Mason, al marino retirado Alfredo Ignacio Astiz, apodado "el ángel de la muerte", y al ex gobernador de la provincia de Tucumán Antonio Domingo Bussi.