Fue la que sorpresivamente, tomaron este lunes cuatro de los cinco camaristas federales de la Capital Federal, con respecto al Gobierno. Nadie supuso hasta la misma hora de ingresar a la residencia de Olivos que Martín Irurzun, Eduardo Luraschi, Luisa Riva Aramayo y Horacio Vigliani dejaran esperando al ministro Ricardo Gil Lavedra, quien los había invitado al encuentro con Fernando De la Rúa. Hábiles, Irurzun y Luraschi, a quienes el peronismo les reprochaba su excesiva coincidencia con las denuncias de prominentes aliancistas en causas pesadas contra el ex gobierno de Carlos Menem, ahora, no quisieron aparecer en la foto con el presidente para no tener que soportar ningún cuestionamiento por supuesto alineamiento. La maniobra le vino de perillas a Riva Aramayo, quien desde hace más de un mes deshoja la margarita para saber si procesa o no a Pedro Pou y a otros directores del Banco Central -en realidad habrá falta de mérito-, sabedora de la preocupación en José Luis Machinea por la suerte del banquero mendocino apoyado por el Fondo Monetario Internacional en momentos en que la Argentina se debate en un grave situación económica-social. Para la interna pequeña de los Tribunales quedaron los comentarios para Horacio Cattani, el único de los camaristas federales que asistió a Olivos, quien en el pasado recibió ofrecimientos de cargos políticos por parte de Gil Lavedra. Aunque, claro, también durante el peronismo los recibió de Carlos Leon Arslanián, el ex ministro de Justicia de Menem y de Eduardo Duhalde.
hugo morales / dju
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