Es la táctica que eligieron los dos contendientes para llevar adelante su pelea judicial que se cree podría terminar en una negociación. Pero las denuncias mutuas por fraude que se cruzaron Eurnekián y Korzin serán instruidas por separado y en esa pelea, los abogados tratarán de influir sobre el ánimo de Liporaci o del fiscal Eduardo Freiler, quien estuvo a punto de sacarlo con cajas destempladas al abogado de Korzin, de apellido Sarrabayrouse Barangot, por la vehemencia -muy comentada- con la que se habría dirigido a ese magistrado. El profesional le habría advertido a Freiler -pese a su aspecto juvenil no se caracteriza por un carácter frágil- con que si ya le había pedido un juicio político a un juez, en una causa anterior, no se iba a andar con chiquitas en esta. Freiler sin aceptar al convite, le contestó por escrito en el expediente: le rechazó de entrada un pedido de no investigar a Korzin y Liporaci se fue derechito a las oficinas de CAS (Compañía Américana Sudamericana), la empresa armada por Korzin en Panamá, para participar en el negocio de los aeropuertos. CAS está integrada en un 15 % por Sheehan y un 85 % por Birch de Eurnekián, a la que también visitaron los funcionarios judiciales en la calle Honduras.
hugo morales / dju
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