Modelo es la que existe en Junín donde el Servicio
Penitenciario Bonaerense acaba de inaugurar seis aulas para la terminación de estudios de los internos, un programa en el que se halla comprometida la gestión de la cartera de justicia provincial. Sorprendió cuando el ministro Casanovas pidió -por los medios de la zona- la
reinserción de los liberados que hayan expiado su culpa con la sociedad. A más de uno de los abanderados, hombres duros por el delito, las palabras del funcionario los sensibilizaron al
extremo que el párroco de la cárcel se acercó luego a Casanovas para felicitarlo por su frase: “quiero inaugurar aulas y no celdas”. Pese a su discurso, el ministro tuvo duras tenidas con
jueces y fiscales de esa jurisdicción judicial -visita una por semana para interiorizarse de sus problemas- por el rol de estos para combatir el delito y los vacíos que deja la actuación de muchos hombres de la Justicia.
hugo morales / dju
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