Sus declaraciones fueron mas allá de la simple advertencia al organismo aduanero, señalando que el “el funcionario –de la Dirección Legal y Técnica de la Aduana- Rubén Lagger, no sólo está asesorando mal al Director de la Aduana (contador Juan Cassullo), sino que es el responsable de que yo, como Diputado de la Nación y representante del pueblo, no pueda ser parte del expediente administrativo ni pueda ejercer el contralor de las decisiones que él aconseja tomar”, señalando además que “no resulta del todo claro cómo es que la Aduana apeló tarde la medida de no innovar decretada por el juez federal de La Plata Julio César Miralles, ahora en manos de otro juez”, en el amparo promovido por el Sindicato de empleados de Lotería y Casinos, “permitiendo que esa medida cautelar quedara firme y no pudiendo darse curso a la resolución del juez Aguinsky que decretara el no derecho a uso del barco en cuestión”.