Así lo confirmaron fuentes cercanas a la investigación que lleva a cabo el magistrado por maniobras presuntamente fraudulentas en operaciones de redescuentos, en las que aparecen involucrados los dos ex directivos del Banco Multicrédito de esa provincia, y en las que resultó perjudicado el Banco Central de la República Argentina.
El Central, tras la intervención del Banco Mendoza, pretendió cobrar redescuentos a la financiera mendocina KoTeFa, pero sus directivos advirtieron que en un documento por 400 mil pesos se había falsificado una firma.
Con posterioridad se comprobó que igual situación se registraban en otros veinte documentos por montos similares, razón por la cual la entidad crediticia oficial "se vio imposibilitada de cobrar los créditos" que el Mendoza había otorgado al Multicréditos, con el respaldo de los redescuentos de Kotefa, una empresa que toma documentos de terceros para adquirir artículos del hogar.
Los hermanos Flamarique, presidente e integrante del directorio, respectivamente, fueron indagados a principios de julio, en la semana previa a la Feria Judicial de invierno, y el juez Bagnasco, se apresta a resolver su situación procesal que, según las fuentes consultadas, se encuentra seriamente comprometida en la comisión del delito de "estafa en perjucio de la administración pública".
El delito que se investiga es excarcelable y en el se encuentran involucrados otros integrantes del directorio del Multicrédito.
La caída del Banco Mendoza se produjo tras su fusión con el República, y su presidente, el ahora liberado banquero Raúl Moneta fue procesado por el juez federal de aquella provincia por el delito de "subversión económica" y ordenó su detención, pero el magistrado resultó el más perjudicado debido a que pesa sobre él un pedido de juicio político.