La mujer, cuyos datos se mantienen en reserva por razonesjurídicas, apeló el sobreseimiento dispuesto para Carlos Daniel Ramírez, quien fue denunciado por el delito de violación en grado de tentativa. El acusado fue desvinculado del hecho luegode que el juez Roberto Grispo resolviera el viernes últimosu sobreseimiento.
De acuerdo con el relato de la denunciante en su declaración, el 14 de junio último se encontraba en su domicilio haciendo las tareas domésticas cuando fue sorprendida por Ramírez, quien comenzó a "manosearla" luego de saltar la medianera que divide las propiedades de ambos.
La mujer dijo que el presunto violador le tapó la boca, latomó del pelo y no llegó a violarla "en virtud de la tenaz resistencia" que opuso, pero llegó a golpearla "con su mano" dándole "una cachetada". Luego, según su testimonio, se marchóde la vivienda amenazándola de muerte "si contaba lo sucedido".
Debido a las amenazas recibidas, la mujer no realizó ladenuncia policial, pero 15 días después, al ingresar su vecino,nuevamente a la propiedad sin su consentimiento, dio intervención a la comisaría 41. Sin embargo, Ramírez, al serinterrogado por el juez, contradijo los dichos de la denunciante pues aseguró que ambos eran amantes y que mantenían encuentros íntimos todos los días, cuando los respectivos cónyuges se iban a trabajar.
Para reforzar sus dichos, Ramírez describió detalles y señas particulares de la denunciante que, según alegó, no podríaconocer "si hubiera querido violarla". Además, agregó que su esposa se había percatado de la situación por lo que debieron dejar de verse, lo que motivó -según dio a entender- lasacusaciones en su contra.
En la apelación presentada con el patrocinio del abogadoJorge Omar Irineo, la denunciante explicó que los detalles descriptos por su presunto violador pudo haberlos descubierto al espiarla mientras tomaba sol en su terraza.
La mujer apeló asimismo el sobreseimiento de la esposa deRamírez, que había sido acusada por el delito de amenazas, ya que según consta en la demanda, Virginia del Carmen Quezada la amenazó verbalmente y vía telefónica diciéndole que la iban "a matar si no se dejaba de joder". Según fundamenta en la apelación la denunciante, "el acusado aludió a una inexistente relación amorosa, infidelidades conyugales y otrasconsideraciones que tienden únicamente a denigrarme para poner a salvo su situación personal".