Por los fiscales de la causa de los presuntos sobornos en el Senado, sería un funcionario de segunda línea vinculado al área del ministerio de Trabajo o del ANSES, que como en el mejor dicho policial: "ha desaparecido de los lugares que solía frecuentar". Pareciera que tanto Eduardo Freiler como Federico Delgado estarían convencidos que esa persona sabe mucho más de lo que tienen en la causa -que es bastante- sobre la trama secreta de los subsidios que se entregan a las obras sociales de los sindicatos y por lo tanto quieren interrogarlo. Pero este trámite se está complicando por la lentitud en que la Policía Federal estaría incurriendo en aportar información de Inteligencia al juzgado de Liporaci sobre medidas vinculadas a la investigación, lo que está provocando un fuerte enojo no sólo en el juez sino en los fiscales. Al funcionario o allegado a Alberto Flmarique se lo habría detectado por la provincia de San Juan y desde allí se le ha perdido todo rastro. El nombre lo guardamos para cuando quede asentado en el expediente pero si se presenta o lo traen, va a dar mucho que hablar. La demora en los auxiliares de la investigación podría desatar un nuevo frente que expondría en los primeros planos nuevamente a Rubén Santos. Lo mismo ocurre con los peritos contadores. Recién este fin de semana y después que el malestar saliera en los medios, Liporaci obtuvo autorización para contratar expertos contables independientes, pese a que la Corte cuenta con una legión de ellos.
dju / dju
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