La argumentación del tribunal en su sentencia dice que “los padres, que viven en un pueblo pequeño, no estarían en condiciones de afrontar los problemas de integración”, lo que fue interpretado por AIBI como un evidente fomento del racismo, al haber autorizado los jueces este año entre 50 y 60 adopciones con la condición de que el niño no sea negro.
“El tribunal declaró a la pareja apta para la adopción siempre que el chico no fuera de color. Se trata de un acto muy grave, que va en contra de la Constitución. Esta sentencia corre el riesgo de alimentar un racismo creciente”, dijo Marco Griffini, presidente de la asociación.
Por su parte, la presidenta del Tribunal, Luisanna del Conte, confirmó la veracidad de los hechos denunciados pero negó las acusaciones de racismo, al tiempo que aseguró que “si se impiden las adopciones de estos niños, es porque éstos tendrían muchas dificultades para integrarse en los pequeños centros urbanos de Italia, donde se convertirían en “la rareza del pueblo, donde será el único extranjero entre todos italianos”.
Según Griffini, con el rechazo sistemático de adopciones de niños negros, los jueces no sólo fomentan el racismo, sino que además “favorecen la peligrosa tendencia al este de Europa al dejarla sin su patrimonio infantil. En lugar de dar una familia a los niños que son abandonados y viven en las calles en Latinoamérica o África, mientras que en Ucrania hay dos mil ciudades en las que no existen menores de seis años”, explicó el presidente de AIBI.