Los médicos, psiquiatras y psicólogos que participaron en las pericias realizadas
al senador vitalicio Augusto Pinochet determinaron en forma unánime que el mismo
padece de demencia vascular subcortical leve a moderada. El equipo pericial
estuvo integrado por representantes del Servicio Médico Legal y del Departamento
de Neurología de la Universidad de Chile.
Ahora, el juez Juan Guzmán Tapia debe definir el camino que seguirá en la causa
contra el ex gobernante, a quien tiene resuelto interrogar la próxima semana..Precisamente
una de las primeras determinaciones que debe tomar el juez es si insiste en
la realización de la diligencia, decretada para el martes 23 de enero. En ella,
el senador deberá comenzar a responder el cuestionario del juez acerca de los
57 homicidios y 18 secuestros que ha establecido en su investigación del recorrido
que realizó la caravana militar que, en octubre de 1973, encabezó el general
(r) Sergio Arellano Stark.
Para Guzmán, los exámenes fueron "serios, minuciosos y muy transparentes". Coinciden
en esa visión los querellantes y la defensa, lo que da un respaldo muy sólido
a las conclusiones alcanzadas.
El problema para el tribunal pasa por la interpretación distinta que hacen las
partes acerca de las consecuencias jurídicas de lo informado por los peritos.
Los querellantes argumentan que la demencia vascular subcortical es una afección
neurológica que no inhabilita a las personas para ser sujetos de un proceso
penal. Sostienen que en los test psicológicos y psiquiátricos se demostró que
el ex dictador está en condiciones de responder al interrogatorio y de recordar
hechos pasados.
La defensa estima que si bien es claro que el senador vitalicio no se encuentra
loco, sufre de una declinación en sus facultades mentales que se manifiesta
en una gran alteración del equilibrio, que le afecta a la memoria y a sus funciones
cognoscitivas frente a la abstracción.
En esas condiciones, según la defensa, el senador vitalicio no podría ser sometido
a juicio ni interrogado por el ministro de fuero. Aluden en ese sentido al debido
proceso establecido en la Constitución. Concretamente, la defensa de Pinochet
aseguró hoy a que el desaforado senador "recibirá" el próximo martes 23 al juez
Juan Guzmán para cumplir con la declaración indagatoria, pero manifestó que
todavía no se ha definido si contestará el interrogatorio.
En cambio, en opinión de los querellantes, la conclusión es clara en cuanto
a que la demencia vascular subcortical no es inhabilitante para la continuidad
del proceso. Estiman que el juez deberá interrogar al senador vitalicio y al
final de la investigación resolver si toma el antecedente médico como atenuante.
Aseguran que si se detiene el procedimiento se estaría haciendo una excepción
respecto de Pinochet que no estaría enmarcada en la ley.