En esta vertiente del caso Elf -hay al menos otras cuatro, entre ellas la de la compra de las refinerías de Ertoil- Dumas, uno de los más fieles compañeros del difunto presidente François Mitterrand, debe responder de la generosidad del grupo petrolero de la cual se benefició supuestamente a través de su amante, Deviers-Joncour.
Al ex ministro de Asuntos Exteriores y también ex presidente del Consejo Constitucional, de 78 años, se le acusa de haber incitado a Elf a contratar y a pagar a su amante salarios, gastos y comisiones a todas luces desproporcionados. Las jueces de instrucción Eva Joly y Laurence Vichniesvsky han establecido que, entre 1989 y 1993, Deviers-Joncour, la mujer que en su día se proclamó “la puta de la República”, recibió un total de 64,5 millones de francos.
En particular, Dumas tendrá que explicar la compra de unos zapatos de nada menos que 11.000 francos que su amante pagó con la tarjeta de crédito de Elf.