Además, según adelantó Ruiz Moreno a Diariojudicial.com, se habilitó en la cárcel de Villa Devoto –el riñón de la protesta- un comedor especial fuera de los pabellones para que lo utilicen los presos sin sentir la presión de los huelguistas. Según el subsecretario, “esta es la razón por la que disminuyó en Devoto la cantidad” de internos ayunantes.
Según los últimos datos acopiados por la cartera de Justicia –obtenidos de la cantidad de reclusos que aceptaron la cena de ayer- son 2649 sobre un total de 7244 los presos que continúan en huelga de hambre en todas las cárceles federales del país, es decir, el 37 por ciento, contra el 32 registrado el último jueves. El incremento porcentual tuvo su origen en la cárcel de La Pampa, donde se sumaron a la protesta 90 internos.
De acuerdo al análisis de Ruiz Moreno, el funcionario que designó el ministro Jorge De la Rúa para atender la cuestión, durante los fines de semana aumenta la cantidad de ayunantes debido a que se permite que las visitas ingresen a las unidades con comida. Además, el subsecretario aseguró que el ayuno no es del todo real. “No me cabe la menor duda de que comparten la comida con quienes no son parte de la protesta, porque no hay ninguna persona descompensada en una semana de huelga”.
Ruiz Moreno reiteró la posición de firmeza y no dialoguista del Ministerio, aunque adelantó que “si los presos levantan la medida de protesta habrá negociación”. “Yo mismo iré a las cárceles para escuchar sus reclamos”, dijo Ruiz Moreno.
El funcionario aseguró que advirtió cambios en la evolución del conflicto. “Al principio pedían conmutaciones de penas de hasta el 30 por ciento para los presos comunes y del 50 para los portadores del virus del HIV, pero ahora hablan sólo de la agilización de los procesos”.
Según Ruiz Moreno, las exigencias cambiaron cuando cayeron los argumentos que emparentaban la situación a la de los presos de La Tablada, que el pasado 28 de diciembre se vieron beneficiados con reducciones en sus condenas a través de un decreto de necesidad y urgencia tras más de 115 días de huelga de hambre. Según el Gobierno, la decisión estaba respaldada por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, que reclamaba por una segunda instancia revisora para los miembros del Movimiento Todos por la Patria.
En cuanto a la duración que puede llegar a tener el conflicto, el funcionario estimó que “la solución puede llegar a estar a largo plazo”, e insistió en el ingreso de comida a través de las visitas.
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