Bernasconi nunca dejó de proclamar que la "enemistad" contra su persona por parte de Cavallo era "manifiesta", basándose en el procesamiento y prisión preventiva que le dictó en la causa por la que se investigan las maniobras gestadas en el juzgado federal de Dolores para involucrar a "ricos y famosos" en hechos vinculados con el tráfico de drogas.
En esta última causa, Bernasconi se encuentra a la espera en una dependencia de la Gendarmería Nacional del inicio del juicio oral y público en el que deberá responder por cargos como "jefe u organizador de una asociación ilícita".
Tarantini, quien estuvo detenido por el denominado "Caso Cóppola" aseguró en su momento a la prensa que Bernasconi le dijo que "había que ponerle droga a (Guillermo) Cóppola", y por esos dichos el ex juez federal lo querelló por calumnias e injurias.
Al ser sorteada la demanda en la Cámara Federal la causa cayó en manos de Gabriel Cavallo, pero los abogados patrocinantes del ex magistrado bonaerense recusaron a éste último ante el tribunal que designó un nuevo juez: Carlos Liporaci.
Tan adversa parece ser la suerte de Bernasconi que Liporaci fue suspendido por el Consejo de la Magistratura, que lo apartó de su cargo por 60 días y elevó su causa por presunto mal desempeño al Jury de Enjuiciamiento. En su lugar fue designado en forma interina Cavallo, por lo que sus abogados corrieron presurosos a pedir un nuevo juez.