La "vedette" de los dos primeros días de la semana judicial es sin dudas el reemplazante de Liporaci, Gabriel Cavallo, quien ayer transcurrió la primera jornada interiorizándose de la causa por los sobornos en el Senado, en la que decidió suspender las indagatorias y testimoniales previstas para este mes.
La guardia de movileros radiales y televisivos se intensificó. La llegada de un automóvil al playón de Comodoro Py 2002 hizo que el grupo se abalanzara sobre el magistrado que en menos de dos minutos sintió el peso del acoso.
Con tono sereno y cuando llovían las preguntas respecto de cuáles serían las medidas inmediatas que tenía previsto adoptar en el trámite del expediente, el juez contestó: "yo les pediría que se ordenen, y sería interesante que se informen, porque yo soy Jorge Urso".