El procesamiento de Branda fue dictado por el juez federal Adolfo Bagnasco, quien también dictó una medida similar contra el ex presidente del Colegio de Escribanos de Buenos Aires, Carlos Dálessio, trabando embargo sobre los bienes de ambos por cuatro mil pesos cada uno, suma equivalente al valor del viaje que recibió el legislador.
La denuncia contra Branda fue formulada por el abogado Ricardo Monner Sans, a quien se sumó el legislador cavallista Guillermo Francos, luego de conocerse el contenido de una nota de la revista "Noticias" en la que se reproduce un dialogo que habría sido grabado sin el consentimiento del senador justicialista.
En esa conversación Branda sostuvo que "en el Senado se cobraban favores por la sanción de Leyes" y citó como ejemplo el viaje que él y su esposa realizaron entre el 28 de mayo y el 3 de junio de 1995 a Berlín, a donde habían sido invitados para participar del "Congreso Internacional del Notariado Latino".
Branda dijo ante el juez y el secretario Oscar Aguirre que ese viaje era "una señal de agradecimiento" del Colegio de Escribanos por haber impulsado la Ley, pero Bagnasco entendió que se trató de una aceptación de "dádiva" escudada bajo "una pátina de legalidad que confieren los mecanismo internos del Colegio" que presidía Dálessio, quien había hecho lobby en favor de la sanción de la norma.
El senador fue procesado en virtud de la nueva ley de fueros, sancionada precisamente en el marco del escándalo por el presunto pago de sobornos en el Senado a cambio de la aprobación de la Reforma Laboral, y aparece como uno de los once legisladores imputados.
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