“No se contempla en la esfera del Poder Judicial de esta provincia bajo ningún aspecto una suspensión o ninguna alteración de los derechos vigentes”, garantizó el magistrado, quien preside el Tribunal que efectuó una evaluación de su propia productividad funcional en términos comparativos con otras jurisdicciones.
La voluntad de realizar el relevamiento nació con la publicación por parte de la Suprema Corte de Buenos Aires de un análisis que reveló que de 5 mil expedientes que esperan resolución, sólo 1002 fueron analizados durante el año 2000. Partiendo de las estadísticas de 1997, en que se dictaron 584 sentencias, demandaría 10 años al Máximo Tribunal bonaerense normalizar el atraso.
Según la información que suministró Sodero Nievas, el Superior Tribunal de su provincia tiene “estándares de desempeño por demás positivos”. Las 560 causas actualmente en trámite –hay que tener en cuenta la diferencia demográfica entre ambas provincias- se distribuyen por materia: Civil, 46; Penal, 46; Laboral, 400; causas originarias, 68; y expedientes bajo el régimen de la ley 3466 de adhesión a la emergencia nacional, 320.
Según el calculo que realizaron en la provincia sureña, “durante el año anterior se registró un ingreso de 1054 causas, dictándose 511 sentencias definitivas y 683 autos interlocutorios”. Según explicó Sodero Nievas, el promedio diario para el año en lo referente a sentencias definitivas es de 2,13, y el de autos interlocutorios, 2,85. Es de estos datos, que infiere el juez que en 120 días se podrán resolver las causas que se encuentran en trámite hasta la fecha.