Por otro lado, los integrantes de Memoria Activa, una asociación que todos los lunes se reúne frente al edificio tribunalicio para exigir el esclarecimiento del ataque terrorista que dejó 86 víctimas el 18 de julio de 1994, apoyó expresamente la nominación para el premio Nobel de la Paz de las Abuelas de Plaza de Mayo, “aunque el verdadero premio para ellas es la recuperación de sus nietos”, según el comunicado que se leyó.
Almeida, notablemente emocionada, hizo hincapié en la lucha conjunta que une a las dos causas. “No hay plazas, ni lunes, ni jueves que nos separen. Nos une el mismo reclamo, la exigencia de memoria, verdad y Justicia”, expresó.
La representante de la línea menos combativa de Madres de Plaza de Mayo acusó al gobernador bonaerense Calos Ruckauf y a otros dirigentes de ser responsables de las desapariciones que ocurrieron con anterioridad al golpe, durante el gobierno de María Estela Martínez de Perón. “Las desapariciones no comenzaron en 1976, comenzaron mucho antes con el acuerdo de (Ítalo) Lúder, de Ruckauf y del triste y célebre personaje de (José) López Rega, responsables de mil detenidos desaparecidos antes de que cayera el régimen constitucional”.
“Tenemos memoria, no bajamos los brazos y cada vez vamos a ser más”, dijo Almeida que completó: “ya no estamos solos, no tengan miedo, la memoria está instalada, y quedó demostrado en los actos realizados durante toda la semana”.