El Tribunal Oral en lo Criminal Nueve de esta capital consideró que se trató de "tocamientos inverecundos", (es decir, desvergonzados) y que con esa acción su autor no tuvo en cuenta que una mujer es "sujeto y no un mero objeto de acciones sexuales".
Respecto de la pena impuesta, el condenado deberá participar de seminarios que versen sobre "los derechos de la mujer o discriminación en razón del género".
Los camaristas Luis García, Fernando Ramírez y Luis María Cabral tuvieron a su cargo juzgar la responsabilidad en el incidente que protagonizó un docente secundario que le tocó "de manera brusca e intensiva" los glúteos a una muchacha que hablaba por teléfono en una cabina en la avenida Santa Fe al 2300 de esta capital "afectando su libertad sexual", el 15 de marzo del año pasado.
Según el testimonio de la víctima -cuyo nombre no trascendió- el imputado "me tocó mal en la cola, con la mano, brutalmente". La joven mujer relató ante el tribunal que sorprendida corrió a su agresor y al alcanzarlo "le pegué un sopapo".
El escándalo hizo que se acercara un policía a quien el agresor trató de convencer que calmara a la muchacha, pero los testigos coincidieron en detallar lo sucedido ante el agente, dando así comienzo a la causa.
El tribunal dio por probado que el docente "con sus dos manos o una de ellas, de manera brusca e intensiva, con irrebatible significación sexual" le tocó los glúteos a la víctima mientras la joven hablaba por teléfono.
De ese modo dejaron de lado los argumentos del acusado quien había explicado que en ese momento se le había caído la campera y "rozó" con sus manos a la muchacha.
Por el contrario, los jueces advirtieron que por su profesión el docente está en contacto permanente con jóvenes adolescentes y que es necesario que internalice a través de distintos cursos cuáles son los derechos de la mujer.