Dju: ¿Qué falta?
NB: Un proceso más, que implica un avance cualitativo, que es lograr
que gradualmente los fiscales vayan asumiendo la dirección de la investigación
en materia penal y los jueces se vayan convirtiendo también gradualmente en
jueces de garantía del debido proceso legal.
Dju: ¿Tiene como ambición llegar a un sistema acusatorio pleno?
NB: No, por eso digo gradualmente. Sí creo que debemos abandonar el
sistema inquisitivo y a medida de que nuestros fiscales se vayan capacitando
y se vayan incorporando recursos para poder ser directores de la investigación,
y se incorporen principios procesales como el de oportunidad, necesarios para
agilizar la administración de Justicia en materia penal, paulatinamente vamos
a ir experimentando paulatinamente ese cambio de un sistema inquisitivo a uno
acusatorio. En ese andar veremos cuál es el punto adecuado, si se tratará de
un sistema acusatorio puro o no el que se adecua a la idiosincrasia y a la cultura
de nuestra administración de Justicia. Creo que es necesario hacer ese cambio.
Dju: ¿La delegación de la instrucción en los fiscales por decisión de
los jueces, y ahora la de las causas de autores no identificados (NN) en los
fueros correccional y de instrucción es un camino hacia allí?
NB: Es un principio de ese camino, pero no se maneja con ningún parámetro
racional, porque hay jueces que delegan todo, otros que no delegan nada, y otros
que a veces la usan como un castigo a aquel fiscal que apela algunas resoluciones,
conducta que a veces no satisface a algunos magistrados.
Dju: Qué extraña forma de castigo...
NB: Implica recargarles trabajo abruptamente e inopinadamente, lo que
para algunos es una forma de castigo.
Dju: Si usted fuera fiscal de instrucción, ¿lo tomaría como un castigo?
NB: Hay algunos que lo toman como un castigo -asegura el Procurador
con una leve sonrisa que deja trascender algo de ironía y que se prolonga en
un silencio-.
Dju: ¿Cómo cree que puede llegar a tomar la corporación judicial, de
raigambre tradicionalista, un camino más intenso hacia un sistema acusatorio,
que implicaría sin duda una quita de poder?
NB: Creo que las expresiones de los magistrados del Poder Judicial con
relación a este cambio son de resistencia. Algunos entienden que es una quita
de poder, pero yo no estoy de acuerdo, porque si se hace equilibrada y razonablemente
de ninguna manera habrá quita de poder. El verdadero poder va a seguir siempre
estando en manos de los jueces, y si no, qué más poder que aquel que garantiza
el debido proceso legal. ¿Qué más poder?
Dju: Siempre depende desde qué óptica se vea el poder...
NB: Obviamente. Yo lo estoy viendo desde el ejercicio de una magistratura
que tiene por objeto garantizar principios constitucionales.
Dju: Respecto de la delegación de las causas de autor desconocido, ¿se
sorprendió con la forma en la que salió aprobada la ley?
NB: Esperábamos una ley que delegara en los fiscales la investigación
de los delitos de autores desconocidos o NN en materia correccional solamente,
y que la ley también dispusiera la asignación de recursos para hacerse cargo
de esa tarea adicional, pero fue sancionada con la competencia de instrucción
también y omitiendo lo más importante, que era la asignación de recursos. Hicimos
algunas gestiones con el Ministerio de Justicia para solucionar esta situación
que abruptamente comenzó a regir, porque una vez que entró la ley en vigencia
los jueces comenzaron a mandar los casos NN. Hablamos con la Corte Suprema,
para que a través de una acordada dilatara la puesta en funcionamiento, pero
todo el mundo le dejó la tarea al Ministerio Público. Y una vez más, una vez
más -enfatiza Becerra a través de las repeticiones- el Ministerio Público se
hizo cargo, rápidamente salió al cruce de esa nueva obligación sin recursos
adicionales y haciendo una modificación de sus asignaciones presupuestarias
dentro de lo que la ley permite, generando un mecanismo ágil y eficiente pergeñado
por una comisión de fiscales. Y ni siquiera hemos conseguido la ayuda de que
se nos asigne un inmueble por parte del Poder Ejecutivo. Finalmente también
nos hicimos cargo y conseguimos el inmueble, asignado por el Ejército Argentino.
Dju: ¿Cuán importante puede llegar a ser esta oficina?
NB: No queremos que sea un mero mecanismo de descongestión de los juzgados
y de las fiscalías en general, queremos a través de un sistema informático adecuado
poder llegar a la individualización de autores de delitos que antes eran desconocidos.
Dju: Cuando salió la ley sin el presupuesto usted predijo un colapso
en las fiscalías (con la llegada del 60 por ciento de las denuncias que llegaban
al fuero de instrucción y el 40 del correccional)...
NB: Y sí, pero logramos crear un mecanismo original, en el que la experiencia
de los fiscales sirvió de mucho porque ellos vislumbraron un mecanismo bastante
idóneo para hacer frente a esta situación con éxito.
Dju: Bajo su órbita tiene una cantidad de funcionarios de alto nivel,
y hasta de extracciones ideológicas muy distintas...
NB: El arco ideológico de los integrantes del Ministerio Público tiene
un ángulo de 180 grados, es como un parabrisas.
Dju: ¿Usted es una especie de Perón en la Procuración?
NB: No, no. Soy un Procurador al que le ha tocado estar en una etapa
fundacional, con el privilegio de instrumentar, organizar y poner en funcionamiento
un nuevo Ministerio Público, y ha batallado para que sus integrantes adquieran
la cultura de la independencia. Ya no vamos a escuchar a los jueces hablar de
"mi fiscal", como sucedía en otras épocas. Ahora los fiscales se paran desde
otra posición: frente a la administración de justicia y frente a la sociedad,
y esto es público y notorio.
Dju: Cuando se critica desde el Poder Político a un fiscal como Carlos
Stornelli, ¿se pone en juego la independencia de los fiscales?
NB: Algunos se quejan cuando un fiscal tiene un protagonismo preponderante.
Yo creo que lo importante no es la preponderancia en el protagonismo del fiscal,
sino su objetividad, su absoluta independencia, y es muy importante que no se
ejerza ningún tipo de presión. No habrá ningún fiscal que diga que el Procurador
lo presionó en alguna causa determinada, y esto se puede indagar. Muy por el
contrario, ha habido causas complejas donde lo único que se ha hecho desde la
Procuración es coadyuvar con algún refuerzo material o instrumental para que
esa tarea pueda ser desarrollada con mayor eficiencia.
Dju: Cuando apoyó expresamente al fiscal Stornelli, ¿fue un apoyo funcional
o en el contenido de su actividad?
NB: El contenido de su actividad es recurrible por las vías procesales
pertinentes. Cuando yo apoyo a un fiscal lo hago para que no se vea perturbado
en el ejercicio funcional. Si está perturbado por una intromisión indebida no
es útil para nadie.
Dju: Hace tres semanas un ministro de la Corte aseguró que si se juntaba
a delinquir con otros dos de sus colegas, eso no era más que una asociación
ilícita por más que estuvieran a la cabeza de la función judicial del Estado.
¿Cree que puede darse lo mismo en otro poder del Estado?
NB: No lo voy a contestar porque seguramente deba dictaminar cuando
la Corte me corra vista en alguna de estas cuestiones relacionadas con la tipificación
de la asociación ilícita, como delito presumiblemente cometido por particulares
o por funcionarios del Estado. Tengo mi opinión, pero no la puedo anticipar.
Dju: ¿Por qué cree que siempre llegan las iniciativas desde el Ministerio
Público? ¿Por qué tienen que hacerse cargo?
NB: Porque tenemos iniciativas y estamos permanentemente, casi en una
forma hiperkinética, buscando nuevos desafíos para mejorar la administración
de Justicia.
Dju: Parece prácticamente en campaña...
NB: No, no.
Dju: Se lo digo porque fue muy fuerte un rumor sobre su posible candidatura
como gobernador de su provincia, Mendoza.
NB: No, de ninguna manera. Aprovecho para contar muchas cosas que hemos hecho en silencio, con mucha tenacidad y esfuerzo.
Dju: ¿Tiene aspiraciones políticas más allá de la importancia del cargo
que está ejerciendo?
NB: Mientras esté en el ejercicio de esta función, me mantengo absolutamente aséptico con relación a la actividad política. Si llega el día en que me vuelve a inquietar nuevamente, lo primero que haría sería renunciar a mi cargo de Procurador.
Dju: También revolotearon media docena de nombres para sucederlo...
NB: Cuando se hizo cargo del Gobierno el presidente Fernando de la Rúa,
y después de que pasaran algunos meses, le puse a disposición mi renuncia al
cargo pero más bien fue en una actitud de tipo democrática. Pero con la misma
actitud democrática y republicana el presidente no sólo me dijo que no lo pensara,
sino que genuinamente él cree en la continuidad de las instituciones.
Dju: ¿Cuando habla de la actitud democrática se refiere al signo político?
NB: Exactamente, uno quizás piensa que los ciclos en el ejercicio de
la función deben renovarse y no deben prolongarse, porque de esa manera entran
nuevos aires y se oxigenan las instituciones, pero por otro lado la Constitución
y la ley han pensado en un Procurador que tenga permanencia, y para eso se le
exige un acuerdo dos tercios en el Senado. Yo soy el primero que pasó por esa
circunstancia, y creo que las dos cosas son buenas: oxigenación, y permanencia.
El equilibrio de los tiempos es el justo medio que hay que satisfacer.
Dju: O sea que es una cuestión de tiempo, porque usted no tiene pensado
perpetuarse.
NB: De ninguna manera.
Dju: Entonces sí tiene otros planes para su vida política...
NB: No necesariamente. Yo soy abogado y mis tres hijos también lo son,
y por ahí se pasa la vida y uno se pierde de grandes oportunidades, como la
de trabajar con sus propios hijos. Son distintas épocas, yo llegué a la Procuración
con una experiencia desarrollada para ejercer el timón de esta institución,
que es unipersonal, que marca ideológicamente en los dictámenes del procurador
el pensamiento de los intereses generales de la sociedad en distintos temas.
Y así como impulsamos el derecho a la verdad, también lo hicimos con el parto
inducido de una embarazada que sabía a ciencia cierta que su hijo iba a nacer
prácticamente muerto. Todas esas improntas que uno cree que debe plasmar en
un dictamen ante la Corte Suprema porque está representando los intereses de
la sociedad en el marco de la legalidad, y que luego se ven reflejados en los
fallos del más alto tribunal, a uno realmente le calan hondo y le producen una
satisfacción muy especial. He sido bastante innovador en muchas cosas.
Dju: Ha hecho un convenio con la Secretaría de Justicia de Estados Unidos,
un país con un sistema acusatorio mucho más avanzado, ¿es el espejo?
NB: Obviamente. Además el proceso penal está muy simplificado, no se
juntan tantos papeles como acá. De a poco las ideas y los ejemplos empiezan
a ser tomados en cuenta, y con la propia idiosincrasia argentina, se generan
sus propias particularidades, y yo creo que tendremos un sistema de administración
de justicia en los próximos años mucho más eficiente; acá de lo que se trata
es de la eficiencia. Ni mayor inflación penal ni menor inflación penal: mayor
eficiencia y eficacia.
Dju: Hablando de inflación penal, ¿ cuán importante cree que son las
reformas al código procesal penal que tanto influye en el trabajo de los fiscales
penales, sobre todo respecto del aumento de las atribuciones a la policía?
NB: Creo que las reformas procesales sancionadas de acuerdo a los proyectos
del Ejecutivo fueron bastante equilibradas, razonables. Obviamente hubo dos
posturas: una que quería para la policía gran cantidad de facultades, mientras
que otra opinaba que la policía debía tener las facultades que tenía y nada
más. Creo que el proyecto y la sanción de los legisladores fue armonizando ambas
posiciones, y en definitiva quedó una reforma bastante equilibrada.
Dju: Hubo en la Comisión...
NB: Fiscales que pensaban distinto y que fueron allí.
Dju: Estuvieron Maximiliano Rusconi (recientemente renunció como Fiscal
General de Política Criminal y Director de la Ufitco) y Raúl Plee (Fiscal de la Cámara de Casación).
NB: Exactamente, pero finalmente yo hice llegar también mi propia opinión.
Dju: ¿Y cuál fue su opinión?
NB: Un mix, un consenso.
Dju: ¿Cómo es que decía Perón?
NB: (Becerra esboza una sonrisa)
Todo en su medida y armoniosamente.
Dju: Y finalmente fue la que prevaleció...
NB: Así es.
Dju: ¿Qué importancia le asigna al informe con 55 casos elaborado por
la Comisión de Investigación de Procedimientos Policiales Fraguados, que se
presentó en la Comisión de Legislación Penal de Diputados?
NB: Es muy importante para todos, para los justiciables, para la propia
policía, que tiene sus propios mecanismos de control de aquellos funcionarios
que no cumplen con la ley. Estas investigaciones, en la medida de que ponen
en evidencia y juzgan conductas inapropiadas por parte de funcionarios, bienvenidos
por todo el mundo. Yo creo que las autoridades policiales también son concientes
de que es un beneficio para la institución, que cada día asume desafíos más
graves, y que con estas reformas, al asumir mayores facultades también deberá
tenerse en cuenta que deberá otorgársele mayores y mejores instrumentos para
ejercer esas facultades. Hoy y siempre la policía ha sido la cara visible de
la justicia frente a la sociedad: donde se encentra la sensación de justicia.
El mejoramiento de las facultades, el instrumental y el de recursos humanos
va a hacer que vayamos en busca de una mejor policía.
Dju: Hay doctrinarios de derecho penal que le asignan tal importancia
a la policía que dicen que de alguna manera le deja poco espacio de decisión
al resto de las agencias judiciales, en cuanto a la selección de los criminalizados.
NB: En la medida en que hay una buena policía eso es cierto.
Dju: Pero en general esta selección no es justa.
NB: Siempre se corre ese peligro. Pero bueno, en nuestro sistema, y
como estamos, creo que los esfuerzos por mejorar el servicio policial debe ser
permanente. Porque además la delincuencia, que también es permanente, cada vez
es más proficua y más compleja, y muchas veces la situación social genera delincuencia
adicional: la necesidad a veces tiene cara de delincuencia.
Dju: Hay un proyecto muy interesante en el Informe Anual en el que se
proponen turnos de 24 horas en las fiscalías en la recepción de denuncias, lo
que pondría al Ministerio Público como cara más visible ante la sociedad, desplazando
de a poco a la policía.
NB: Esa es nuestra intención. Que si bien la policía es la cara más
cercana al ciudadano, en orden a la Justicia no lo sea, y en ese tenor es muy
importante el rol de los fiscales. Estamos debatiéndonos culturalmente entre
aquel fiscal que debe salir hacia la sociedad y generar una relación propia
con ella y con las organizaciones que la integran, y aquel otro que a imagen
y semejanza de los jueces genera una actividad de dictamen, recoleta, diría.
Donde su acción funcional es muy parecida a la de los jueces. Estas dos opiniones
marcan criterios muy agudos dentro del arco ideológico de los fiscales, y convivir
con ellos no es tarea fácil, pero es mi obligación conducirlos e ir buscando
los puntos de equilibrio. Nunca se sabe bien quién es el dueño justo de la verdad.
En este terreno hemos estado haciendo experiencias de descentralización, como
en Saavedra, un plan piloto para mil manzanas.
Dju: Tuvo mucha oposición.
NB: Y también mucha aceptación.
Dju: ¿Cuál fue el dictamen del Procurador?
NB: Fue continuar con la experiencia piloto pero con costo cero, porque
al principio hicimos un esfuerzo presupuestario para dotar a esa fiscalía de
recursos mayores que los de una corriente. Pero como muchas de las acciones
pasan por el resorte presupuestario, en un momento decidimos dejar sin efecto
esa experiencia. Y ahí apareció la aceptación de las organizaciones vecinales,
sociales y de las evaluaciones que hicimos nosotros desde nuestro punto de vista.
Esto motivo un convenio con la Ciudad de Buenos Aires, que nos permitió anular
los costos.
Dju: ¿Qué papel podrá jugar el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires
en la multiplicación de esa experiencia?
NB: Creo que este va a ser un año de transición, estamos perdiendo tiempo.
Lo hemos perdido en las reformas procesales y en la ejecución de algunas experiencias
que podría se interesante poner en funcionamiento. Pero bueno, es un año de
recesión, y parece ser que también incluye a las iniciativas y a la puesta en
funcionamiento de los cambios. Hay que tener en cuenta también que es un año
electoral, lo que también genera una distracción. Este año de transición nos
va a permitir juntar acumular una serie de proyectos e iniciativas para ponerlas
en la vidriera a fin de año.
Dju: ¿Esta anunciando una reforma estructural?
NB: Exactamente, una propuesta de reforma procesal, que propondrá un
pequeño avance al sistema acusatorio.
Dju: ¿Tiene alguna otra precisión?
NB: Se está estudiando.
Dju: Quedó vacante la Fiscalía Nacional de Investigaciones Administrativas
luego del fallecimiento del doctor Jorge Pinzón...
NB: Ya estamos instrumentando el llamado a concurso. Es una buena oportunidad
para rendirle homenaje a tan distinguido magistrado, que hace diez años que
ejercía su función. Un hombre bueno, decente, querido.
Dju: ¿Puede opacar a la Oficina Anticorrupción una revitalización de
la Fiscalía?
NB: Yo envié un proyecto al Congreso, creo que la Fiscalía debe funcionar
como Oficina Anticorrupción.
Dju: ¿Cuánto pueden llegar a tener que ver las internas políticas en
Mendoza con su acusación como integrante de las listas de depositantes bancarios
que aparecen en las cajas enviadas por el Senado de Estados Unidos?
NB: Yo estoy un poco alejado de la política mendocina. Pero hay una
investigación de un legislador mendocino del Partido Demócrata (Gustavo Gutiérrez),
con relación al Banco República, y a partir de ahí algunas difamaciones. Por
ejemplo, algún periodista me mencionó como probable persona incluida. Pero la
realidad ha demostrado todo lo contrario. Soporté estoicamente el momento y
la verdad siempre aparece. Yo no estoy en las cajas, las pueden dar vuelta que
no van a encontrar ninguna transferencia a mi nombre.
Dju: Hace poco salió en un diario una rectificación, ¿es una satisfacción?
NB: Nunca, porque una mala fe rectificada a uno lo deja mal, porque
siempre hubo una mala fe. Quiere decir que alguien tuvo algo con uno.
Dju: ¿Cree que sale fortalecido?
NB: Si uno necesita pasar por un cedazo de esta naturaleza para salir
fortalecido no se lo deseo a nadie. Creo que la mayor fortaleza en este momento
como Procurador es la adhesión y el consenso que tengo con todos los fiscales.
Dju: ¿Son una gran familia? ¿La familia fiscal?
NB: De alguna manera sí.