En la resolución, Melazo dispuso que el policía Ariel Romero, imputado por la comisión de los delitos de hurto calamitoso y estafa, sea puesto en libertad bajo una caución de 300 patacones. El magistrado había rechazado un pedido de excarcelación efectuado por la defensa del policía, pero la Cámara Penal revocó esa decisión y le ordenó al juez que dispusiera su libertad y fijara el monto de la fianza.
Posteriormente, los defensores del policía le pidieron a Melazo que analizara la posibilidad de que esa caución pueda ser abonada en patacones, ya que esa era la única forma en la que el imputado podía hacer frente a la caución. El juez hizo lugar al pedido y dispuso que en el Banco Provincia se abriera una cuenta especial para se lleve adelante el depósito en bonos.
Según la resolución del magistrado, el policía entró en la casa y “abusando de la confianza depositada en él y aprovechando la situación de desprotección en la que se encontraban los bienes allí existentes, se apoderó de una billetera que contenía una tarjeta de crédito, una tarjeta Banelco, un carnet de conducir, la cédula de identificación de un automóvil y 400 dólares”. Luego, el policía habría usado la tarjeta de crédito en provecho propio en una estación de servicio del camino Centenario, falsificando la firma de su dueño, según la descripción del magistrado.