Rago, fue el primero en llegar a la sala audiencias del Tribunal Oral en lo Penal Económico N°2, donde el personal del Tribunal Oral N°3 lo hizo ir para que pudiera usar ese lugar como una confortable sala de lectura. Llegó vestido en forma deportiva con un buzo, una campera y un pantalón azul con rayas rojas y blancas. Además, dentro de una bolsa de plástico llevaba un anotador y una lapicera para tomar nota de las cosas importantes que anotaba en los expedientes.
Ribelli se presentó minutos después vestido de saco azul y corbata roja como los días de audiencias y con un cuaderno del tipo universitario con algunos papeles dentro.
Los dos imputados estaban esposados y eran custodiados por dos policías que entraron con ellos al recinto transformado en sala de lectura.
Luego llegó un empleado del tribunal, quien les proporcionó algunos expedientes de la causa AMIA para que sean consultados.
Los dos miraron las distintas fojas y tomaban notas es sus respectivos cuadernos, de las cosas que le llamaban la atención para el desarrollo futuro de las audiencias.
Al respecto, el abogado defensor de Ribelli, José Manuel Ubeira, le restó importancia al acontecimiento al afirmar que "esta no es la primera vez que mi defendido se acerca a Tribunales, ya lo había hecho otras veces".
En ese sentido, indicó que lo que iba a hacer Ribelli era leer la instrucción suplementaria de la causa AMIA para mantenerse informado sobre la misma .