La titular de la organización, Hebe de Bonafini, señaló que le pidieron al jefe de Estado “la inmediata libertad de presos políticos, procesados y detenidos por saquear alimentos”, medida que abarcaría “a los dirigentes de todo el país” en esas condiciones, entre los que incluyó a los condenados por el copamiento al cuartel de La Tablada, la mayoría de los cuales recibieron la conmutación de sus penas al finalizar el primer año de la gestión delarruista.
Bonafini señaló que el presidente “dijo que está en su pensamiento una ley para la libertad de todos los presos políticos y sociales y que mañana a la noche nos enviará el proyecto de ley para ver si estamos de acuerdo”. Rodríguez Saá escuchó el planteo al recibir en su despacho de la Casa de Gobierno a la delegación en un encuentro que se extendió durante 20 minutos.
El ex gobernador de San Luis, nominado por la Asamblea Legislativa como jefe del Estado, recibió además una carta con una docena de reclamos, entre ellos la separación de los efectivos que reprimieron el jueves último, y topes a los sueldos de legisladores y jueces para equipararlos con el máximo impuesto a los funcionarios de la administración pública, que Rodríguez Saá adelantó que sería de tres mil pesos.
De esta forma, las Madres de Plaza de Mayo regresaron hoy a la Casa Rosada después de 17 años para reunirse con un jefe de Estado. Allí solicitaron la separación de los policías “que intervinieron en la represión contra la población indefensa”, junto a la suspensión del pago de jubilaciones de privilegio y regímenes especiales de las Fuerzas Armadas y de seguridad.
De Bonafini dijo a la prensa, al salir de la reunión, que “el pueblo ha ofrecido su vida para exigir a la dirigencia política corrupta un país más justo y solidario”, y admitió su esperanza de que Rodríguez Saá acepte el pedido en forma integral. “Nos vamos ilusionadas y con grandes expectativas de que el primero de enero todos los compañeros que están presos por pedir comida, estén en libertad”, aseguró.
Finalmente señaló que las Madres “sentimos que estamos participando en lo que nos interesa, en un proyecto de un país mejor que no esté dominado por el Fondo Monetario Internacional y los Estados Unidos”.