La decisión se tomó este mediodía en una reunión de la comisión parlamentaria, a pesar que legisladores justicialistas opinaron que “podía generar suspicacias” si se trabajaba con plazos prefijados.
En ese sentido, el diputado José María Díaz Bancalari (PJ Buenos Aires) señaló que le parecía "prudencial" el plazo de diez días, aunque destacó la necesidad de que la comisión fuera "muy prudente” con los plazos para que no “no haya sospechas, llegado el caso de que esa fecha se extienda, de que hay negociaciones".
Lo cierto es que el plazo de diez días hábiles dispuesto por la comisión, de aquí en más, puede ser tanto para la expedición del dictamen o para comenzar a trabajar en base a un predictamen. Lo que si está claro, es que los diputados se comprometieron a preparar por separado la redacción de sus propuestas de dictamen.
Los legisladores partidarios de establecer un plazo de diez días argumentaron que la comisión no podía tomarse más días que los que habían sido otorgados a los jueces de la Corte para ejercer su defensa.
Algunos legisladores aprovecharon el encuentro –que duró media hora- para dejar claro que no recibieron "ningún tipo de sugerencia ni de presión" para archivar el proceso de juicio político contra los supremos.
Además, lograron un principio de acuerdo respecto a la forma en que se ordenará el dictamen final: habrá un capítulo para cada juez.