El ministro de Justicia sostuvo que el fin de la pena capital no significa el debilitamiento "de la respuesta estatal y social hacia la criminalidad más grave", ya que “en su lugar se impuso un presidio perpetuo realmente efectivo que terminó con la actual libertad condicional a que los condenados pueden optar luego de 20 años de cárcel".El funcionario con rango de secretario de Estado agregó que luego de la promulgación del decreto que termina con la aplicación de la pena capital, se puede asegurar que "quien comete delitos atroces va también a recibir una sanciona muy rigurosa".
Más de medio centenar de condenados fueron fusilados en Chile mientras rigió la pena máxima por un siglo y medio. Los últimos ejecutados lo fueron en los años 80, ya que desde el retorno a la democracia en 1990 los presidentes han conmutado la pena de muerte a los condenados por otras sentencias.