"A mí nadie me perdona nada, y yo no tengo por qué perdonar a nadie", argumentó Fernández Asselle, su intención de pedir el juicio político para algunos de los ministros del Superior Tribunal de la provincia, los mismos que lo suspendieron en sus funciones. Además informó que promoverá querellas por injurias y calumnias contra “determinadas personas” en razón de infundados agravios de los que ha sido objeto según sus dichos.
Fernández Asselle señaló que cuenta con el respaldo de reconocidos abogados y juristas de envergadura nacional. "A ellos, si es necesario, los tendré como defensores ante el Jurado de Enjuiciamiento, y seguramente habré de contar con ellos para otros procederes que tengo previsto", indicó.
La causa que involucra a Fernández Asselle se inició con la denuncia del ahorrista Carlos Curet promovida contra una sucursal porteña del Banco HSBC que se negó a entregarle casi dos millones de dólares de unos plazos fijos pese a tener orden judicial en su favor proveniente del Chaco.
Esta denuncia puso en evidencia presuntas irregularidades cometidas en torno al dictado de medidas cautelares contra el corralito que beneficiaron a cerca de 600 ahorristas. En ese sentido, a partir de dicho reclamo se detectó que los depósitos de Curet estaban en realidad en Córdoba pero el amparo se había presentado y sustanciado en otra provincia.
Otro imputado en esta causa es el juez Daniel Freytes, también suspendido en sus funciones, además de secretarios de los juzgados y varios letrados del Chaco y de la Capital Federal.