Para los acusadores, hay mucha prueba sobre estos sobornos, y hasta algunas confesiones parciales de policías implicados, como Alejandro Burguete, un imputado que está excarcelado y sigue en actividad en la policía provincial, quien aseguró que Juan José Ribelli le obligó a consignar datos falsos en un acta para involucrar a Telleldín en un crimen y poder extorsionarlo.
La compleja relación de Telleldín con los bonaerenses tuvo varios episodios, en los que los uniformados cometieron un rosario de delitos, que van desde secuestro extorsivo hasta falso testimonio, y en la que no faltaron persecuciones, fugas a al alta velocidad por el Gran Buenos Aires y hasta un disparo, en el último de los episodios, el 14 de julio de 1994.
Todos en el juicio saben que aunque estos delitos parecen pequeños si se los compara con los 85 muertos que dejó el ataque del 18 de julio, son vitales para probar la relación entre los hombres de Ribelli en Lanús, y los de Irineo Leal, en Vicente López, con Telleldín. Para ellos, por ese esquema de aprietes, la Trafic cambió de manos.
La nueva etapa comenzará en rigor el jueves (mañana se debatirá la última pericia sobre la explosión ordenada por el tribunal y el miércoles no habrá audiencias). Antes de comenzar con los testigos, se leerá un nuevo requerimiento fiscal, donde se amplían las imputaciones contra cuatro de los sindicados partícipes necesarios (Ribelli, Leal, Raúl Ibarra y Mario Bareiro) y otro policía de Vicente López, Diego Barreda).
Fuentes judiciales confirmaron que las nuevas imputaciones surgen de la lectura que el Tribunal realizó del expediente, donde se detectó que de las extorsiones a Telleldín se desprendían más delitos contra los policías. El TOF 3 comunicó esto al juzgado de Galeano quien dio vista a los fiscales, quienes a si vez confeccionaron el nuevo requerimiento.
Luego de la lectura –que será mucho menos extensa que la que se realizó hace un año, en los primeros días del juicio- se le ofrecerá a los imputados realizar una descarga ante los nuevos hechos reprochados. Perorecién para la semana que viene esta previsto que comiencen a declarar los testigos de esta etapa, que –se adelantó en el Tribunal- son alrededor de 300.
A diferencia de la etapa anterior, donde declararon sobrevivientes, vecinos de la AMIA, rescatistas y bomberos, ahora los testigos –en muchos casos- estarán directamente relacionados con los imputados. Es el caso de varios jefes policiales retirados, como el ex comisario y ex funcionario provincial Ramón Orestes Verón.
También se deben presentar algunos ex “porongas” de la bonaerense, tal como se conocían a los comisarios del entorno del fallecido Pedro Klocdzyc, bajo cuya gestión la fuerza policial más grande del país se ganó el mote de maldita policía. Entre ellos se cuentan Mario Naldi y Mario “chorizo” Rodríguez junto a Armando Calabró, ex segundo de Klocdzyc.
También deberán declarar personas muy cercanas a los imputados, como la esposa de Ribelli y una ex amante de Carlos Telleldín que fue detenida junto al “enano” en uno de los operativos semiclandestinos que posibilitaban los sobornos.
Será, por todo esto, una etapa más intensa que despertará de la modorra a todos los que habitan desde hace casi doce meses el sótano del edificio de los Tribunales. También será el momento de agregar nuevos actores: los abogados de los policías acusados por estos hechos conexos. Hasta ahora, estos letrados –aunque siempre presentes- no aportaron demasiado porque consideraban que sus defendidos estaban lejos de lo relativo a la explosión. Ahora, ellos también deberán comenzar a mostrar sus cartas.
Puede ver otras notas relacionadas con el juicio del atentado a la AMIA en DiariodelJuicio.Com