Sacerdote, del BankBoston, primero y Giovanelli, del CitiBank después fueron más locuaces que en su declaración anterior, y recordaron detalles que antes habían obviado, confirmaron fuentes judiciales.
Entre esos detalles se cuenta la confirmación de una versión periodística de la existencia de una reunión en la consultora de Carlos Bercún (el lobbysta que está sospechado de ser el puente entre legisladores y banqueros), donde se habrían encontrado, precisamente, banqueros, senadores y también diputados nacionales.
Es la primera vez que en la trama de los presuntos sobornos para “congelar” la sanción de leyes adversas a los intereses de los bancos extranjeros se habla de la participación de diputados en las reuniones. Cuando es precisamente la Cámara Baja la que debería darle media sanción a los proyectos.
Sin embargo, según las fuentes los banqueros evitaron detallar quiénes fueron los legisladores que participaron del encuentro en lo de Bercún, -realizado el 2 de mayo último- que fue detectado a través de las agendas secuestradas en varios allanamientos judiciales.
Se supo además que tanto Giovanelli como Sacerdote habrían incurrido en varias contradicciones con respecto a sus testimonios anteriores, hace poco más de un mes atrás.
Las fuentes indicaron que en las primeras declaraciones ambos dijeron que no sabían nada sobre las leyes cuestionadas hasta que el tema se trató en una reunión con los embajadores del Reino Unido y Estados Unidos en la Argentina. Sin embargo, ahora admitieron que tenían un contrato con Bercún, quien debía acercarles “en tiempo real”, los corrillos legislativos.
De cualquier forma, tanto Giovanelli como Sacerdote negaron conocer ni media palabra en torno a las supuestas coimas, algo que también dirá, seguramente, el otro banquero que hará doblete ante Bonadío: el evasivo Emilio Cárdenas, el ex presidente del HSBC que sigue de viaje y, según anunció, volvería a fin de mes.