En realidad se trató de una audiencia solicitada por el abogado Julio Virgolini, para que la juez conozca de boca del propio Grassi cuáles fueron los “problemas que le ha deparado” a su cliente la difusión del presunto viaje que el religioso asegura no haber realizado.
“Lo que importa son los informes de Interpol que ratifican que ese viaje nunca se realizó”, enfatizó Grassi durante una improvisada y extensa conferencia de prensa durante la cual reiteró su inocencia respecto de los hechos por los cuales fue procesado.
Ahora, el abogado patrocinante del ex titular de la fundación Felices los Niños deberá esperar que el fiscal federal Eduardo Freiler dictamine si corresponde impulsar una causa penal por esos hechos.
Virgolini explicó que “simplemente fue una conversación personal que no obedece a ninguna cuestión formal” a la vez que admitió que “por el momento no hay ninguna novedad en el expediente, ni tampoco ningún elemento agregado a la causa”, cuando se le preguntó acerca del presunto informe de la Dirección Nacional de Migraciones que daba cuenta del viaje de Grassi a Suiza.
La denuncia apuntaría a establecer responsabilidades tanto de funcionarios de esa dependencia como de quienes lo difundieron en el programa televisivo Telenoche Investiga.
Grassi, por su parte, reiteró que los delitos que se le imputan tienen como fin “desprestigiar a la Fundación, y forma parte de una campaña contra la iglesia o alguna persona que tenga problemas conmigo”.
“Estoy con la conciencia tranquila y sobretodo de los delitos que se me imputan más tranquilo todavía. Uno es una persona debil que comete errores y peca como todos los seres humanos, pero con respecto a estos delitos que se me imputan soy totalmente inocente y ajeno a lo que se dice. Cuando quede en claro que el delito no se cometió, la imagen va a quedar totalmente limpia”.