Según la presentación judicial, el recluso Héctor Oscar Brítez sostuvo que a través de sus familiares el juez Torino le pidió la suma de 190.000 dólares para mejorar su situación procesal en una causa por tráfico de drogas.
Según el detenido, la suma serviría para “lograr, a través de una nulidad, la conclusión de la causa y por ende la libertad de todos los procesados”. En la denuncia de una carilla y media, que obra en el expediente en manos de Canicoba, se dice que el juez dictó sentencia, demostrando “a las claras” que “al no recibir lo exigido incumple su palabra empeñada” (sic).
El TOF 1 condenó a 16 años de prisión a Brítez y algunos de sus familiares, en cuyo poder se secuestraron más de 50 kilogramos de cocaína. Según fuentes del Tribunal, se trataba de una banda “de regular importancia”.
En su denuncia, Britez imputa al magistrado los presuntos delitos de “cohecho”, “tráfico de influencias”, “abuso de autoridad” y “violación de los deberes de funcionario público”, entre otros.