Prats y su esposa, exiliados en Buenos Aires, murieron por una bomba que estalló en su vehículo particular, en septiembre de 1974.
Por otra parte, ante una petición de la juez federal Servini de Cubría, la Corte Suprema chilena resolvió que procedía la extradición a Argentina de la cúpula de la DINA, pero priorizó la Convención de Extradición de Montevideo que indica que deben ser juzgados primero en su país.
Los acusados por Servini son el máximo ex jefe de la DINA, general retirado Manuel Contreras, el también general retirado Raúl Iturriaga, su hermano Eduardo, y los brigadieres Pedro Espinoza y José Zara.
Cubría también quiso procesar a Pinochet, pero el pleno del máximo tribunal decidió en diciembre que el veterano general no puede ser procesado a causa de su demencia vascular.
La misma excusa lo salvó de un avanzado juicio por el asesinato de 75 prisioneros políticos en el norte chileno, en 1973.
Pinochet, de 87 años, sucedió en el cargo a Prats, quien partió al exilio inmediatamente después de la rebelión militar de hace tres décadas.