El Tribunal tuvo por probado la participación de Urrusolo Sistiaga sobre la base de las huellas dactiloscópicas encontradas en un automóvil Opel Corsa que se utilizó en el operativo terrorista el 16 de enero de 1992.
Urrusolo Sistiaga, junto a su compañero de comando Fernando Diez Torre, efectuaron 34 disparos contra el automóvil en el que viajaban el sargento Antonio Querol Queralt y el sargento primera Virgilio Mas Navarro, quienes murieron instantáneamente.
Además de la pena impuesta, el Tribunal condenó a Urrusolo Sistiaga a indemnizar con 360.607 euros (más de 1.200.000 pesos) a los herederos de los dos militares asesinados.
Mientras tanto, la Justicia federal argentina se prepara para resolver, seguramente el mes próximo, el proceso de extradición contra el etarra Jesús Larz Iriondo, acusado de haber participado en un ataque con bombas contra policías y entidades bancarias en España en 1984.
Iriondo fue deportado del Uruguay hacia la Argentina a fines de noviembre pasado y detenido inmediatamente por agentes de Interpol, quienes lo pusieron a disposición de la juez María Servini de Cubría por un pedido de captura internacional que libró la justicia española.