En una presentación de cinco carillas, Soler explicó que en San Martín los letrados “deben hacer colas hasta de cuatro horas para presentar escritos” que luego “demoran dos o tres meses” en resolverse, aseguró.
“No hay excusa para deteriorar por ineficacia, agobio o razones burocráticas, las aspiraciones de justicia de los ciudadanos”, sostuvo el abogado, y remarcó que las demoras constituyen un “agravio a la dignidad humana, un desmedro hacia la profesión de abogado y una insensibilidad para quienes están reclamando los ahorros que el Estado inconstitucionalmente les arrebatara”.
En la denuncia el abogado no escatima descripciones para pintar el problema. Dice por ejemplo que “para mayor dramatismo de la situación que denunciamos” –para la que reclaman una solución urgente- “la conducta de los tribunales de San Martín no diferencia casos de enfermedad, mayor edad o indigencia”.