Francia requiere a Ramírez Pineda por la muerte del médico de origen galo Georges Klein Pipper, un estrecho colaborador del derrocado presidente Salvador Allende, secuestrado junto a otros funcionarios y empleados del gobierno el 11 de setiembre de 1973 y fusilado dos días después, por hombres al mando de Pineda, por esa época jefe del Regimiento de Tacna, el más importante de la capital trasandina.
La defensa sostiene que Francia no está en condiciones de accionar contra Pineda porque el médico se nacionalizó chileno. Sin embargo, el Estado francés, a través del abogado Luis Zuppi, contestó que la ciudadanía chilena de Klein no invalida su origen galo.
Zuppi, abogado de Memoria Activa en el caso AMIA, entendió que la estrategia defensista de Pineda “busca demorar el juicio de extradición”, que se instruye en el juzgado federal 7, a cargo de Jorge Urso. “Buscan ganar tiempo para obstruir la audiencia de debate”, opinó el abogado, que también representa al Estado alemán contra el ex militar argentino Guillermo Suárez Mason.
La presentación por la presunta falta de acción ya fue rechazada en primera instancia por el juez Jorge Urso, quien sin embargo concedió la apelación ante la Cámara Federal. Allí, el Tribunal entendió que el recurso estaba mal concedido, y lo rechazó.
De esta forma la defensa de Pineda, en manos del estudio Archimbal y Asociados, reclamó ante la Cámara de Casación, que se pronunció en igual sentido que la Cámara Federal. Por eso, el último intento es llegar ahora a la Corte Suprema.