La medida la tomó la legislatura de Los Angeles y también se hizo extensiva a las librerías pornográficas y a los bares en donde el personal atiende en ropa interior, en donde los visitantes no podrán mantener ningún tipo de contacto físico con el personal de esos lugares.
Además, la nueva norma, que fue aprobada por unanimidad, prohíbe que las bailarinas de los locales nocturnos realicen danzas provocativas sobre las piernas de los clientes y estos tampoco podrán, dejar propinas a las mujeres en sus escotes o elásticos de la ropa interior.
El nuevo marco legal dispone que estos locales no podrán contar más con las denominadas salas VIP, en donde muchos clientes contratan a las mujeres con el fin de que le brinden funciones de baile privadas.
Para le nueva ley es necesario que existan dos metros de distancia mínima entre el cliente y la bailarina en todo momento, bajo pena de cárcel y multa de 2.500 dólares.
Ahora el nuevo marco legal está a consideración del alcalde de Los Angeles, quien debe soportar la dura presión de los clubes y de las mujeres que allí trabajan que denunciaron que la normativa atentará indefectiblemente sobre los ingresos extras que perciben a diario.