La causa se inició por una denuncia del general (R) Martín Balza, actual embajador argentino en Colombia, contra el abogado Monner Sans y Cattenati quien declaró en la causa judicial por el contrabando agravado de armas a Ecuador y Croacia.
Catenatti, con la representación letrada de Monner Sans, había asegurado ante el juez Jorge Urso que entre agosto de 1995 y febrero de 1996 se desempeñó como Observador Militar del Conflicto Perú-Ecuador en éste último país y allí compartió un desayuno con el ex jefe del Ejército ecuatoriano, Paco Moncayo Gallegos, quien le aseguró que Balza “no había cumplido con lo que habían quedado”.
Siempre según Cattenati, Moncayo le dijo que “las armas que envió (el general argentino) no eran las acordadas y la munición era vieja y no servía”. Pero la defensa de Balza presentó una carta del propio Moncayo en el que desmentía esa versión en forma “categórica”, lo que posibilitó la denuncia de Balza.
En primera instancia, en el juzgado federal 10 se sobreseyó a Monner Sans y Catenatti aunque ahora los jueces Gabriel Cavallo y Horacio Vigliani revocaron esa resolución tras considerar que “existen pruebas para avanzar en la investigación y otras cuya realización están pendientes”.
Para los camaristas, la carta de desmentida de Moncayo tiene más valor probatorio que la que le asignó el juez de primera instancia. Así, los camaristas estimaron que el juez Juan José Galeano “deberá ahondar la investigación” y –entre otros medidas- deberá tomarle declaración a los partícipes del “controvertido desayuno”.
Así, sugirieron al juez enviar un exhorto para tomarle declaración al mayor Rogel Zattar de Brasil, e interrogar al general Eduardo Alfonso, un ex secretario general del Ejército con quien Catenatti dijo haber charlado sobre el tema.
El testimonio de Cattenati fue central para que el juez Jorge Urso tomara la decisión de procesar con prisión preventiva a Balza, quien cuando la causa se unificó en el fuero Penal Económico logró una seguidilla de sobreseimientos, que le permitieron recuperar su libertad en diciembre de 2001 –estuvo preso seis meses- y asumir recientemente como embajador argentino en Colombia.