Pero, este dato vertido por fuentes consultadas, chocó con las declaraciones del padre del pequeño, quien denunció que la carátula del expediente estipulaba claramente la edad de su hijo.
La causa comenzó cuando la madre del menor victima del presunto hurto radicó una denuncia en la comisaría 3º de la Policía Federal, en la que además trabaja como policía.
Fue entonces cuando el titular del juzgado de menores nº 7, Enrique Velázquez, "corrió vista" al fiscal de la causa y éste producto de la cantidad de expedientes con los que trabaja no habría advertido que el imputado tenía sólo 5 años de edad y solicitó su indagatoria.
Cuando Velázquez recibió el pedido de indagatoria comprobó que se trataba de un error y rápidamente desactivó el conflicto, a punto tal que citó a los padres del pequeño para los próximos días al sólo efecto de que presenten la documentación que acredite la edad de su hijo.
Por su parte, el fiscal durante la jornada, fue denunciado ante la justicia penal por los presuntos delitos de "abuso de autoridad e incumplimiento de los deberes de funcionario público".
La denuncia, apunta directamente a Rouco Oliva, y expresa que resulta “un despropósito y desvío de poder al pretender reprimir como ilícita una conducta que no resulta alarmante ni antisocial por aplicación del principio de insignificancia".
Además, Piragini solicitó que se investigue si el mismo fiscal se desempeña con tanto rigor, y de oficio como es su obligación, en otros asuntos muchos más graves como son los desmanes provocados por piqueteros, los menores en situación de desamparo y trabajando en cercanías del Palacio de Justicia.