En su exposición ante la Sala V el letrado efectúo un análisis de las disposiciones legales y reglamentarias que regulan el uso de los aparatos de Rayos X, señalando que claramente esa normativa asigna la responsabilidad por el buen estado y uso de los equipos a las autoridades sanitarias, al director del hospital municipal y al jefe del servicio de radiología.
Entonces, para el letrado la resolución judicial intenta una derogación de la normativa vigente y configura de ese modo lo que se puede designar como un paradigma de sentencia arbitraria.
Según los querellantes, por estar sometidos a los Rayos X sin las medidas de seguridad requeridas, varios de ellos presentan cuadros de nóludos tiroideos, esperma emprobrecido y cáncer de piel por la exposición diaria a ese tipo de rayos perjudiciales para la salud.
Para el grupo, los responsables de su actual estado de salud son las autoridades sanitarias del Gobierno de la Ciudad y del centro asistencial ya que no se tomaron las medidas de seguridad necesarias para evitar las fugas de energía que tenían los artefactos con los que trabajaban.