El proyecto de enmienda constitucional apelaba, según Bush, a la necesaria protección de la institución del matrimonio y a garantizar que se establezca que sólo pueden realizarse entre un hombre y una mujer. Asimismo expresó, que el matrimonio gay devaluaría la santidad de la institución de dicho sacramento y podría conducir al quiebre de la familia tradicional.
De cualquier forma, el Comité de Justicia de la Cámara, controlado por los republicanos, aprobó una propuesta que privaría a los tribunales federales del poder de dictaminar si los matrimonios gay de un estado deben ser reconocidos por los demás estados de la nación. El comité pretende que el asunto continúe siendo de jurisdicción estatal.
Algunos demócratas, como John Kerry candidato a presidente y John Edwards su compañero de fórmula, no están a favor de los matrimonios entre personas del mismo sexo, pero sí defienden las llamadas uniones civiles que garanticen los mismos derechos que corresponden a los cónyuges. Ambos también consideran que enmendar la Constitución no es la forma adecuada de abordar el asunto.
El caso de mayor resonancia de decisiones judiciales en torno al tema es del Estado que representa Kerry, Massachussets, donde la decisión de su Suprema Corte de permitir los matrimonios entre personas del mismo sexo podría extenderse a otros estados.
Diversos sondeos concluyen que la mayor parte de los estadounidenses no favorecen los matrimonios entre personas del mismo sexo, pero están divididos en torno a la necesidad de enmendar la Constitución para establecer que el matrimonio es la unión entre un hombre y una mujer. Mientras los demócratas consideran que corresponde a los estados definir lo que es un matrimonio, los republicanos advirtieron que, pese a la derrota, el tema no morirá en este ciclo electoral.
Además de Massachusetts, cinco estados reconocen las uniones civiles, que confieren algunos, de los derechos legales reconocidos a un matrimonio, entre personas del mismo sexo. El último de ellos, New Jersey, comenzó a registrarlas este sábado.
Una ley federal aprobada en 1996, durante el mandato de Bill Clinton, define el matrimonio como la unión de un hombre y de una mujer, pero deja al albedrío de cada estado reconocer los enlaces homosexuales que hayan podido tener lugar en otros lugares del país.