En dicho acuerdo, consignado en un documento de tres páginas, las partes coincidieron -además de otras reformas- en eliminar el requisito de residencia de un año para gozar de la nacionalidad chilena a los hijos de padre o madre chilenos nacidos en el extranjero. El requisito sí se mantendrá para hacer uso de los derechos de ciudadanía, como el de sufragio.
En forma inmediata la cámara alta comenzó la votación aprobando la enmienda que introduce cambios al Tribunal Constitucional. En la tarde se aprobó por unanimidad una de las reformas más polémicas: el fin de los senadores vitalicios -ex presidentes de la República- y designados o corporativos a partir del 11 de marzo de 2006. Esto significa que desde esa fecha la rama legislativa contará con 38 escaños.
También se restituyó, por 37 votos a favor y 6 en contra, la facultad del Presidente de la República para remover anticipadamente a los comandantes en Jefe de las FF.AA. y al general director de Carabineros, a través de un decreto fundado e informando al Senado.
Pese a que el Gobierno y la Concertación se allanaron a un acuerdo para destrabar aspectos sustantivos de la reforma constitucional, ello se hizo al costo de tener que postergar su aspiración de cambiar el sistema electoral binominal.
Para sortear el punto al final se modificó el artículo 45 de la Constitución para dejar establecido que el Senado será íntegramente elegido, pero el número de senadores y la forma de elección deberán ser definidos por la ley orgánica constitucional respectiva. De este modo la discusión quedará pendiente para una posterior reforma de la ley orgánica de votaciones populares y escrutinios, que requerirá un quórum de 3/5 de los parlamentarios en ejercicio.
La reforma constitucional que permitirá un Senado íntegramente electo a partir de marzo del año 2006 contó con la anuencia de los propios ex jefes de las FF.AA. y Carabineros que ocupan asientos en la Cámara Alta.
Aparte de la elección íntegra del Senado y el fin de la inamovilidad de los comandantes en Jefe y el General Director de Carabineros, el Senado debe pronunciarse la próxima semana sobre el período presidencial, el Consejo de Seguridad Nacional y la creación de nuevas regiones.
En la Concertación existe el acuerdo de respaldar la reducción del mandato presidencial de seis a cuatro años, pero en la Alianza por Chile las posturas están divididas entre ambas opciones.
Otras reformas que fueron aprobadas este miércoles son la que regula el funcionamiento del Tribunal Constitucional y la que faculta a los tribunales de justicia a conocer reclamaciones en contra de la conducta ética de profesionales no asociados a los colegios respectivos, en tanto no se creen tribunales especiales para ese fin.
Otra veintena de reformas aprobadas en meses anteriores en el Senado incluyen el aumento de las facultades fiscalizadoras de la Cámara de Diputados, la consagración constitucional de los principios de probidad y transparencia, un cambio completo en el capítulo sobre estados de excepción, el término del delito de difamación y el fin de la distinción entre las legislaturas ordinaria y extraordinaria del Congreso, entre otras.
El Senado despachará el proyecto de reformas constitucionales a la Cámara de Diputados, donde el Gobierno del Presidente Ricardo Lagos espera un proceso de discusión más breve a fin de sacar la iniciativa del Congreso a mediados del próximo año, es decir, antes de que termine su mandato presidencial.