Por un lado hay un problema de ausentismo, recurrente en todas las organizaciones públicas, que tiene que ver con un régimen de licencias demasiado “permisivo”; y por otro lado, hay un clima laboral de gran tensión que genera serios problemas físicos y psíquicos.
Según los más críticos de esta situación, no existen políticas en materia de recursos humanos en el Poder Judicial y el control de las licencias médicas lo hacen los médicos forenses de manera que “muchas veces una gripe justifica 10 días de inasistencia”.
Para aclarar esta situación, DirioJudicial.com contactó a Horacio Ramella, Director de recursos humanos del Poder Judicial, quien tiene a su cargo sólo seis empleados. En primer lugar, Ramella aclaró que “todas las cámaras tienen delegada la superintendencia”, por lo que el manejo de las licencias laborales es una cuestión de su competencia. La Dirección sólo se ocupa, de esta manera, de las licencias de todas las dependencias de la Corte, donde trabajan unas 1500 personas, según el mismo Ramella.
En el caso de los jueces, quien se encarga del manejo de las licencias es el Consejo de la Magistratura, mientras que en el caso de los fiscales el problema lo resuelve la Procuración General. Con respecto a las licencias médicas, el Director de Recursos Humanos explicó que quien se encarga de controlarlas es el Departamento de Medicina Preventiva Laboral.
“El Poder Judicial no tiene buen marketing”, se quejó Ramella. Y agregó: “No hay tantas licencias como se dicen y no se trabaja tan poco como se repite últimamente”. Sin embargo, el encargado de la política de recursos humanos admitió que el “stress” es mayor en el personal que antes, “lo ritmos son distintos y esto genera que se tomen muchas licencias por problemas psicológicos”, dijo.
Con respecto a la necesidad de contar con mayor cantidad de personal en su dependencia, Ramella admitió que “se necesitaría más personal” aunque resaltó que “antes hay que ver qué pasa en los juzgados”.