La huelga, apoyada por la mayoría de los 11.348 empleados del ISSS estalló el 15 de noviembre. Los huelguistas reclaman el pago de incrementos salariales que debieron aplicarse desde enero de 1998, y que el Gobierno se niega a entregar, así como la suspensión de un supuesto plan para privatizar dos hospitales. El juez llamó a los huelguistas a incorporarse a sus labores, y al negarse, 221 fueron despedidos sin prestaciones por la dirección del ISSS, que además aplicó descuentos generalizados a los que apoyan el paro. Los empleados se presentan a los hospitales, pero sólo atienden emergencias.
Los árbitros decidirán sobre los incrementos pactados en diciembre de 1998 por el sindicato y la dirección del ISSS, y que no se aplicaron durante el último año, pero no abordarán el caso de los 221 trabajadores cesados. Los dos árbitros nombrarán un tercer miembro, y de no llegar a un acuerdo será el ministerio de Trabajo el que deberá escogerlo.