La decisión la tomó la Audiencia Provincial de Madrid contra un policía municipal de Alcalá de Henares. El 16 de julio de 2000 José Miguel y Roberto, dos hermanos, cruzaban una avenida de la localidad de Alcalá de Henares cuando un conductor, al realizar una maniobra prohibida, se interpuso en el cruce de los hermanos que lo insultaron por su actitud. En ese momento el policía condenado y un compañero, que se encontraban en una patrulla, se acercaron para saber que sucedía cuando luego de una discusión el policía saco su bastón y agredió a uno de los hermanos en un brazo.
Por el miedo los hermanos huyeron del lugar y se refugiaron en un bar donde el policía los encontró y golpeó a uno de ellos en el estómago y en la cabeza para luego sacarlo del bar, arrestarlo y llevarlo a la comisaría.
La justicia constató que una de las víctimas sufrió una contusión en ambos codos y una herida inciso contusa en el occipital. Mientras que su hermano padeció un contusión en el antebrazo derecho.