En su testimonio ante los camaristas Antonio Pacilio y Carlos Nogueira la mujer sostuvo que "nosotros ante esa situación seguíamos poniendo ausente en las planillas por que pensábamos que las faltas se debían a una enfermedad".
Fittipaldi aseguró que "unos días después nos enteramos que ellos habían sido demorados" pero negó mayores precisiones acerca de si se trató de una desaparición forzada.
En el auditorio se vivió alguna tensión ante la presencia de familiares de desaparecidos -por caso Pablo Díaz uno de los sobrevivientes de la noche de los Lápices- y del ex rector de la Universidad de La Plata, Raúl Gallo.
La profesora Fittipaldi, ahora jubilada, aceptó que Claudia Falcone -una de las desaparecidas durante esa noche del 16 de septiembre de 1976-había sido su alumna, asegurando que ella "era amorosa y de muy buenos modales".
La testigo añadió que "cuando se sucedieron las faltas comunicamos la circunstancia a la Secretaría de Asuntos Académicos de la Universidad" negando a la vez haber recibido inquietudes o noticias de parte de autoridades militares y policiales sobre la participación política de algunos alumnos.
Fittipaldi dijo que luego se enteró de todo a partir de la película sobre la noche de los lápices y que "para mi fue una sorpresa la marcha por el boleto estudiantil".