Ferrajoli visitó la Argentina esta semana, invitado por la Defensoría General de la Nación, para realizar una serie de actividades académicas. Una de ellas fue la conferencia de este miércoles que cerró la IX Reunión Anual de los Defensores Públicos Oficiales Federales y Nacionales e inauguró el III Encuentro Nacional del Ministerio Público de la Defensa, dos reuniones que se desarrollaron a lo largo de esta semana donde defensores nacionales, federales y provinciales de todo el país se encontraron para discutir el estado de situación del Ministerio Público de la Defensa.
También Ferrajoli recibió dos Honoris Causa; uno de la Universidad de Lomas de Zamora y otra de la Universidad de La Plata que se suman al otorgado en 1997 por la UBA.
Durante su conferencia el profesor italiano, presentado por la Defensora General sustituta de la Nación, Stella Maris Martínez, como “un numen inspirador para la defensa pública”, afirmó que la misma “se trata de una típica institución de garantía, dirigida a asegurar efectividad, o por lo menos a reducir la inefectividad del modelo acusatorio y garantista del proceso penal”.
"Por lo tanto, es sobre todo en el terreno de la defensa que se mide, mas que sobre cualquier otro, la desigualdad de los ciudadanos frente a la ley penal. Muchos ciudadanos ricos pueden permitirse costosas defensas, y hay ciudadanos pobres que, por ejemplo en un país como Italia, son juzgados sin defensa, con una defensa de oficio que equivale a un simulacro de defensa” completó Ferrajoli al mismo tiempo que lamentó que la defensa pública sea desconocida en Italia: “no esta instaurado en la experiencia procesal penal italiana ni europea”.
Luego de la conferencia Ferrajoli dialogó con la prensa. Allí profundizó algunos conceptos. En relación a porqué la Argentina pudo instaurar un sistema de defensa pública y los países centrales no, Ferrajoli dijo que se trata de “tradiciones diferentes. Son muchas las cuestiones porque diferentes países tienen experiencias diferentes, más avanzados en algunos campos”.
También afirmó que “el modelo garantista es derecho penal mínimo y derecho social máximo” y que “las penas perpetuas o muy largas de la persona son contrarias al principio de educación, de humanidad”.
"Creo que la seguridad de la libertad personal se obtiene sobre todo con mesura. Con medidas no penales. Es decir que, contra la criminalidad de subsistencia, el aumento de las penas no produce ningún resultado. Yo creo que los delincuentes no conocen el Código Penal. Solamente una política social puede reducir la criminalidad” contestó Ferrajoli al ser consultado sobre qué respuesta pueda dar el garantismo frente a la inseguridad.
En la charla con la prensa hubo lugar para hablar sobre constitucionalismo. “Las constituciones enuncian derechos fundamentales, de libertad, sociales, sin embargo, la sola enunciación constitucional no es suficiente para garantizar estos derechos. Para garantizarlos es necesaria una legislación de actuación que introduzca aparatos públicos, instituciones de garantías vinculadas a la garantías primarias”. Y agregó: “Sin garantismo el constitucionalismo es solamente una promesa que puede devenir en engaño, una carencia”.
La conferencia sobre “Garantismo y Defensa Penal” que dio Ferrajoli contó con la presencia de los ministros de la Corte Suprema de Justicia de la Nación Elena Highton de Nolasco; Eugenio Zaffaroni y Ricardo Lorenzetti; el Procurador General de la Nación, Esteban Righi; el Presidente del Superior Tribunal de Justicia de la Ciudad Autónoma, Julio Maier, la Presidente de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto, los Defensores Generales de Paraguay, Brasil, y Uruguay, y otros miembros de la Justicia Nacional.
Ferrajoli es actualmente profesor de Teoría General de Derecho en la Facultad de Jurisprudencia de la Universidad de Roma Tre, fue Rector de la Facultad de Jurisprudencia de la Universidad de Camerino entre 1976 y 1979 y autor de numerosísimas obras de Teoría General del Derecho y Filosofía del Derecho, entre ellas "Derecho y Razón" que hoy tiene más ediciones en castellano que en italiano.
Foto: Prensa Defensoría General de la Nación.