In Voce

UN VERANO DE PELÍCULA. Tres temas dominaron la agenda jurídico-judicial del verano. El juicio político a Aníbal Ibarra, el conflicto de las papeleras a instalarse en Uruguay y la resistida reforma del Consejo de la Magistratura. Todos tienen en común tanto la avidez periodística como el papel de los jueces como meros y callados actores de reparto. Lo primero tiene explicación: se sabe que en el verano hay pocos temas y que cada información que exceda la pelea de las vedettes en Carlos Paz o los carnavales de Gualeguaychú tiene el valor de una joya. Lo segundo también la tiene: los jueces están tan acostumbrados al ligue que ya no quieren meterse en líos. Así, con las papeleras el juez entrerriano revoleó la causa hacia la Corte y el Alto Tribunal se acercó a la red y devolvió el tiro en forma de smash impecable. Lo de Aníbal corre tranquilo por el carril político del tema, y aunque hubo amagues de empantanar jurídicamente la cuestión por la renuncia de Romagnoli, el agua todavía no llegó al río. En cuanto a la reforma del Consejo, picaron ya en punta para las demandas el inefable Monner Sans y un par de abogados que se apuraron a presentar sus papeles en los tribunales. Sin embargo Clara do Pico, una de las juezas de los amparos, le hizo una verónica al tema y esquivó por violencia moral. Con ese argumento –los jueces, obviamente tienen intereses en la cuestión, y los conjueces, al ser abogados, por supuesto también- al tema le va a resultar difícil conseguir juzgador que lleve los colores del Poder Judicial. Si los jueces son los actores de reparto que ni quieren acercarse a la alfombra roja, veamos quienes son los protagonistas y a qué premios aspiran los que están en la picota. Por la película “Los puentes de papel” mejor actor: Jorge Busti, muy versátil tanto para el drama como para la comedia. (Su especialidad es lo tragicómico). Mejor actor extranjero Tabaré Vázquez. De la escuela de actuación de Jorge Batlle (los argentinos son una manga de ladrones del primero al último). Como mejor actriz rioplatense: Natalia Oreiro (no soy de aquí ni soy de allá), cuyo apoyo a los cortes dejó a varios tan contentos como perro con dos colas. Por la película “Aníbal en el país de las maravillas”, mejor actor: Gerardo Romagnoli (de la Casildo´s Acto´s Studio con su clásico “yo me borro”), premio revelación: Mauricio Macri (está recontra velado). Banda se sonido: “Cuando los inspectores vienen cobrando” por Callejeros. Por el filme “Querido encogí al Consejo”, mejor actor: Beinusz Smukler en su papel del hombre invisible. Mejor actriz: Cristina (el Consejo es mío, mío, mío). Bonus tracK: los ex Chiche´s boys: Barrionuevo y Sra. Ruckauf , Muller y Atanasoff por su tema “Siempre fuimos compañeros”. Si bien ya estamos repartiendo los Oscar, algunos ya están extrañando el glamour del verano que se nos escurre como arena entre los dedos. Ninguna de estas películas que compiten en el mes de marzo, hubiera sido posible sin el esfuerzo de producción de los meses estivales. Vaya un reconocimiento para todos los protagonistas, principales o secundarios, actores profesionales o amateurs, productores, asesores, técnicos de sonido, maquilladoras, peinadores, vestuaristas, sonidistas, operadores en general y punteros bien intencionados, ministros, secretarios, diputados, senadores, oficialistas, oportunistas y opositores. Aunque el Oscar se lo ganen unos pocos, todos colaboraron, con su esforzado trabajo veraniego, para el éxito. Pasemos lista. Están los que defienden a Ibarra. Los que lo insultan. Los que van al acto del obelisco. Los que protestan por la radio. Los que integran la Sala Juzgadora. Los que desintegran la Sala Juzgadora. Los que se abstienen. Los que se van de boca. El presidente de Boca. Los que toman sol de frente. Los que se dan vuelta. Los que vuelven de las vacaciones. Los que no pueden volver porque los agarró el corte de ruta. Los que traen las valijas. Los que llevan las valijas. Los que asesoran. Los que atesoran. Los que te azoran. Los que lloran. Los que cortan la ruta. Los que se oponen a las fábricas de papel. Los que no hacen un buen papel. Los que necesitan mucho papel (74 metros). Los que tiran papelitos. Los intransigentes. Los conciliadores. Los tecnicistas. Los ecologistas. Los oportunistas. Los corporativos. Los anti corporativos. Los que no dejan opinar. Los que opinan demasiado. Los enojados. Los que meten los amparos. Los que se excusan. Los que planean el boicot. Los que dan quórum. Los que ganaron la votación. El presi. La jermu del presi. Todos fueron protagonistas, cada uno a su manera, durante el verano. ¡Gloria para ellos! ¡Gloria al verano!

EL MUNDO DEL REVÉS. Acostumbrados a cultivar el bajo perfil, la mayoría de los jueces y funcionarios del Poder Judicial no son nada afectos a las apariciones públicas en los medios de comunicación y conocen de memoria el “off the record”. Sin embargo, en la provincia del Chaco, más precisamente en el seno del Tribunal Superior Provincial, un grupo de jueces mantienen por estas horas una dura batalla por acceder a los medios, especialmente a los diarios y radios porteños. Aunque son cinco, los “bandos” parecen estar muy desbalanceados. De un lado se agrupan el presidente del tribunal, Ricardo Franco, junto a Alberto Modi, Maria Luisa Lucas y Ramón Ávalos. En el otro rincón del ring, solito y solo, el juez Eduardo Molina, que hace poco tiempo viajó a Buenos Aires para reunirse con funcionarios del Ministerio de Justicia y de la Secretaria de Derechos Humanos. En diversas entrevistas, Molina expuso lo sucedido en su provincia en torno a la investigación de la feroz represión policial que hace dos meses tuvo lugar en la ciudad de Vilelas, donde varias personas resultaron heridas tras intentar ocupar un barrio de casas sin estrenar. Molina denunció que sus colegas frenaron el sumario y anularon todo lo actuado para encubrir a los funcionarios implicados. Eso fue reflejado en una entrevista que le hizo este medio. Luego llegaron otros llamados de la prensa y los celos de sus colegas, cuentan por el Chaco. La crisis es muy fuerte dentro del STJ local, afirman. Por el momento, las autoridades locales no hablaron públicamente ni intercedieron. Sin embargo, los cuatro jueces “ofendidos” van por más y estarían planeando una serie de apariciones públicas para “desprestigiar” y “hacer renunciar” a Molina.

alejandro s. williams / dju