La decisión la tomó el Juzgado en lo Mercantil de Sevilla, cuya titular, María Teresa Vázquez, explicó que el video fue filmado por un detective a escondidas sin que nadie supiera que lo estaba haciendo.
La juez además afirmó que el casamiento al que concurrió el detective es un acontecimiento privado al que ingresó sin autorización de los novios. Así, la magistrada entendió que las imágenes que SGAE aportó como prueba en el juicio que le seguía al salón son violatorias del derecho constitucional a la intimidad.
Según el Diario de Sevilla digital, en su sentencia la juez afirmó que "se trataba de obtener una prueba para el presente proceso, en el que se defiende un interés privado que no justifica la intromisión practicada".
A pesar que el salón de fiestas La Doma fue condenado a indemnizar a SGAE con 43.179 euros, su abogado lo consideró un triunfo. "La lucha de este pleito no era por pagar derechos de autor, sino por que decíamos que colarse en una boda, grabando a unos novios es una atrocidad y un atropello".