El caso se detectó en Feliciano, una de las 15 jurisdicciones judiciales de la provincia. Un ex magistrado, luego de ser destituido por el Jurado de Enjuiciamiento, fue nombrado conjuez ad-hoc en varias oportunidades sin que se detectara que había sido apartado de la Justicia por juicio político. El nombre del ex magistrado y los motivos de su destitución no trascendieron.
A partir de esta situación, el STJ de Entre Ríos le ordenó a las juridiscciones judiciales de la provincia eliminar “de la lista de abogados para desempeñarse como Magistrados y Funcionarios Ad Hoc a quienes hayan sido destituidos por el Jurado de Enjuiciamiento en sus funciones judiciales”.
Ser juez ad-hoc, después de haber sido destituido de la Justicia, está prohibido por la ley orgánica de los tribunales de Entre Ríos. El inciso 4 del artículo 16 de la norma prohibe el ingreso al Poder Judicial a “los que hubieran sido separados de sus empleos por mal desempeño comprobado de sus tareas”.
Ahora el STJ también deberá resolver en cuanto a la validez de las actuciones que tuvo el abogado ad-hoc. Para eso se le corrió vista al fiscal para que luego se expida el máximo tribunal entrerriano.
Los magistrados ad-hoc se utilizan para reemplazar a jueces en los casos que esten de licencia, excusados o recusados por alguna de las partes del juicio, luego de agotadas las posibilidades de elegir a un integrante del Poder Judicial. La lista de magistrados ad-hoc la confecciona anualmente el STJ, por jurisdicción, previa depuración de la nómina de matriculados que envía el Colegio de Abogados de Entre Ríos.